"Una vez más, uno comprende que en esta tierra (Córdoba) se le hayan quedado enredados para siempre el corazón y la memoria". Antonio Gala
Córdoba es una de las ciudades más antiguas de Europa. Fundada por el cónsul romano Marco Claudio Marcelo a mediados del siglo II a. de C., representa una extraordinaria simbiosis de Oriente y Occidente. Dos milenios de historia han dado entidad y espesor al tiempo de Córdoba, haciéndolo habitable, elástico.
Córdoba es cruce de caminos, enclave privilegiado entre sierra, valle del Guadalquivir y campiña, y ha sido cuatro veces capital a lo largo de su historia. Capital de la Bética, la provincia más romanizada del Imperio. Capital del Califato Omeya en el siglo X. Capital del Judaísmo gracias a su Judería y a Maimónides. Y capital de la frontera cristiana durante los últimos siglos de la Reconquista. Todo ello nos ha dejado un patrimonio de primera magnitud en forma de murallas, puentes, templos, conventos, estatuas, casas señoriales, tradiciones, documentación histórica, yacimientos arqueológicos y personajes notorios. La mayor parte de este patrimonio fue designado por la UNESCO, en 1994, Patrimonio de la Humanidad.
Séneca, Lucano, Osio, Abderramán I, Abderramán III, Alhakén II, Maimónides, Averroes, Gonzalo Fernández de Córdoba "el Gran Capitán", Luis de Góngora, el Duque de Rivas, Julio Romero de Torres o el torero "Manolete", son personajes cordobeses protagonistas en la historia. Y por Córdoba pasaron y escribieron páginas decisivas Julio César, los Reyes Católicos, Cristóbal Colón y Miguel de Cervantes, entre otros.
La Mezquita-Catedral, alma y corazón de Córdoba, es el centro de gravedad de este Patrimonio de la Humanidad, siendo ella misma y desde 1984, declarada por la propia UNESCO, Monumento de Interés Mundial: el agua que mantiene viva la Catedral de Córdoba está hecha de plegarias a un mismo Dios. En cinco siglos y medio de utilización musulmana. En ocho siglos de utilización cristiana Córdoba aporta al Patrimonio de la Humanidad, también, la vida de su casco histórico. El segundo más grande europeo, con más de treinta mil residentes. No es un decorado para turistas, en él habita Córdoba por medio de gentes sencillas y de importantes instituciones acrisoladas en el corazón de la ciudad. Plazas, patios, pequeñas calles, mansiones y monumentos se abren a su descubrimiento.
Córdoba, en fin, es una ciudad que se extiende más allá de su patrimonio tangible y guarda sus mejores tesoros en su interior y en silencio, aguardando a quien sepa verdaderamente abrir el cofre de sus tesoros para mostrárselos.
Córdoba está en Andalucía.
Córdoba es una de las ciudades más antiguas de Europa.
Los romanos la fundaron hace más de 2.200 años.
Córdoba fue capital en 4 momentos diferentes.
Fue capital de la provincia romana de Bética.
Fue capital del reino árabe, al que llamaban Califato.
También fue capital de los judíos
y capital de los cristianos antes de terminar la Reconquista.
En la Edad Media, la Reconquista fue el tiempo
en el que los reyes cristianos volvieron a ocupar
los territorios invadidos por los árabes durante cientos de años.
Córdoba conserva muchos monumentos de su larga historia,
como la muralla, los puentes, las iglesias o los palacios de los nobles.
También ha sido la ciudad donde nacieron
o vivieron muchas personas importantes,
como el califa Abderramán Tercero,
los filósofos Séneca y Maimónides,
el militar Gonzalo Fernández de Córdoba, llamado El Gran Capitán,
el poeta Luis de Góngora o el pintor Julio Romero de Torres.
Además pasaron por Córdoba el general romano Julio César,
los Reyes Católicos, Cristóbal Colón
o el escritor Miguel de Cervantes.
La catedral de Córdoba es
el monumento más importante de la ciudad.
Antes fue mezquita de los musulmanes.
El barrio antiguo es el segundo más grande de Europa.
En estas calles antiguas viven miles de personas.
El barrio antiguo tiene plazas, pequeñas calles, grandes casas,
patios típicos con flores y muchos monumentos.
Córdoba es una ciudad llena de tesoros.